La fabricación aditiva en metal o plástico tiene algunas limitaciones como método de producción de alto volumen. No compite, y tal vez nunca lo hará, con la fabricación convencional como moldeo por inyección de plástico or Mecanizado CNC cuando se trata de máxima velocidad y eficiencia.

Pero eso está bien porque impresión 3D es una solución perfecta para fabricar rápidamente modelos y piezas de uso final en apoyo de aplicaciones médicas y sanitarias. La flexibilidad del diseño y la amplia gama de sustratos significan que hay más opciones disponibles que nunca para fabricar piezas altamente personalizadas. Aquí echamos un vistazo más de cerca a las cinco ventajas principales de la impresión 3D para dispositivos médicos.

1. Flexibilidad de diseño y fabricación

Las piezas impresas en 3D comienzan su vida como archivos CAD tridimensionales digitales en un programa informático. Dichos diseños se pueden crear directamente en una computadora utilizando software fácilmente disponible, o se pueden derivar de un escaneo topológico en 3D de un objeto físico real.

En cualquier caso, existen enormes ventajas para el diseñador que luego puede manipular y modificar fácilmente esta forma en el espacio virtual sin necesidad de crear primero una muestra física. Esto ahorra tiempo y costos de desarrollo al tiempo que mejora el producto terminado resultante.

Esta libertad de diseño es especialmente importante cuando se trata del cuerpo humano en toda su complejidad, donde a menudo es necesario personalizar una parte genérica para que se adapte a la anatomía única de una persona. usuario unico. Hacer modificaciones como estas es rápido y fácil de hacer cuando no hay herramientas duras involucradas.

2. Prototipado 

Luego, los modelos pueden usarse para ayudar a los médicos a planificar los procedimientos quirúrgicos ideales con anticipación. Esto disminuye la cantidad de tiempo que un paciente está en el quirófano, lo que reduce el riesgo y mejora las posibilidades de un resultado positivo.

3. Producción descentralizada

A diferencia de los procesos de producción en masa, la impresión 3D no necesita la infraestructura industrial de una gran fábrica y una compleja cadena de suministro. Por el contrario, las impresoras pequeñas son verdaderamente portátiles de escritorio y se pueden usar en casi cualquier lugar con electricidad y una computadora.

Debido a esta portabilidad, ahora es más común tener impresoras de plástico 3D en los hospitales y clínicas médicas. También se pueden llevar al campo en áreas remotas que pueden no tener acceso a ningún centro de atención médica. Esto significa que los técnicos médicos o bioingenieros pueden fabricar algunas piezas simples o prótesis en el lugar en situaciones de emergencia donde y cuando se necesiten.

4. Ingeniería óptima

En la actualidad, las impresoras 3D emplean muchas tecnologías diferentes para fabricar piezas de plástico y metal. Utilizan una amplia variedad de sustratos que tienen muchas propiedades químicas y mecánicas únicas.

Debido a esto, las piezas terminadas se pueden diseñar con diferentes características que se pueden optimizar para la aplicación final. Pueden ser flexibles o rígidos, blandos y maleables o ultrarresistentes. Algunas piezas son de un solo uso y desechables, mientras que otras pueden convertirse en reemplazos permanentes de huesos o articulaciones. Y muchas de las tecnologías de impresión más nuevas también permiten fusionar dos o más medios de impresión en un solo conjunto, combinando así varios atributos deseables a la vez.

Además, las piezas se pueden fabricar con estructuras de celosía ligeras que ofrecen la máxima resistencia con un peso mínimo. Tales rejillas son difíciles, si no imposibles, de fabricar de forma convencional.

5. Flexibilidad de volumen y fabricación rápida

Finalmente, la impresión 3D en metal o plástico no está limitada por las mismas economías de escala que afectan a la fabricación convencional. No hay necesidad de fabricar herramientas, plantillas o accesorios especializados, y no hay requisitos de volumen mínimo o limitaciones de producción por lotes. Siempre que el diseño esté listo, se puede hacer una sola pieza con solo tocar un botón. Este tipo de flexibilidad de volumen es especialmente deseable en situaciones remotas o de emergencia donde hay poca o ninguna infraestructura disponible para soportar pedidos por lotes y donde un solo artículo muy necesario es una cuestión de vida o muerte.

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